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Debido a la pandemia del coronavirus, la producción y el suministro de autopartes se han visto afectados. La escasez de autopartes y el aumento repentino de precios han supuesto un gran desafío para la reactivación de la industria automotriz. El aumento de precio de los componentes electrónicos ha sido más evidente, y el precio de los MCU se ha incrementado un 30 % debido a la dificultad de exportación y producción en Japón y Corea, principales productores de MCU.
Afectadas por la pandemia, las ventas de automóviles han disminuido drásticamente, algunas incluso hasta un 80%.
Las ventas de automóviles en abril de 2020 fueron de tan solo 142,9 millones, lo que representa una disminución interanual del 5,6%, y las disminuciones de enero a marzo fueron del 21%, 79% y 40%, respectivamente. En cuanto a la tendencia futura del mercado automovilístico, se estima que las ventas nacionales de automóviles disminuirán un 15% si se logra controlar la pandemia; de lo contrario, la disminución podría alcanzar el 25%.
La industria automotriz se caracteriza por una larga cadena de suministro, cooperación conjunta y una producción a gran escala. Para un mejor desarrollo a largo plazo, es necesario establecer un sistema de suministro altamente eficiente y competitivo. Este sistema de cadena de suministro completo y sólido será un gran apoyo para la industria automotriz.
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